De seda a huevo (T-68) de...
En tu mano cerrada, colocas un pañuelo de seda. Después de frotar la seda entre tus manos, las abres para mostrar que la seda se ha transformado en un huevo, sin dejar rastro de ella. Una magia simple pero muy encantadora en la que una seda arrugada en las palmas se transforma en un huevo.